Los rankings mundiales de universidades suelen centrarse en aquellas intensivas en investigación, en lugar de las universidades ""aplicadas"", más volcadas en la docencia. España posee un sistema universitario ""mixto"", que no distingue entre ambos tipos de universidades. En los últimos años, una política en auge de las universidades asiáticas es la orientada a subir en dichos rankings, en cuya cima siguen figurando universidades de EEUU (MIT, Stanford, Harvard) y Reino Unido (Oxford, Cambridge, UCL, Imperial College).
Estos rankings se basan en distintos criterios como ratios de estudiantes por profesor, número de profesores con Premio Nobel o similar, las notas medias de la Universidad, la exclusividad de sus estudiantes y docentes, la cantidad de artículos en revistas de gran prestigio internacional, número de profesores y estudiantes internacionales, etc. Dicha política requiere una ingente financiación, que conlleva como contrapartida el abandono del carácter mixto para centrarse en el intensivo en investigación, reservando la docencia para el selecto número de estudiantes que consiguen entrar en estas universidades.